CLONES vs FICCIONES
Reconozco que cuando compré S,M,L,XL de Rem Koolhaas, no atendí lo suficiente lo que en algunas de sus páginas se contaba. Quizás, más seducido por la estética editorial de la publicación, el contenido quedaba "sobre-entendido".
Esta semana, hemos realizado un trabajo de documentación en relación a las "copias", "clones" y "reconstrucciones arquitectonicas" con el objeto de publicar un texto en un diario que reseñara el recientemente publicado "La clonación arquitectónica" de Ascensión Hernández Martínez (siruela).
El libro supone un maravilloso repaso de diferentes ejemplos de clonación de arquitecturas por diferentes motivos y situaciones. Desde la reconstrucción de Varsovia hasta el teatro de la Fenice o el Pabellón Alemán de Mies Van Der Rohe en Barcelona, la autora nos narra diferentes contextos y concepciones de la copia, su teorización a lo largo de la historia y el fetichismo popular y de los poderes políticos.
Es en este momento, y repasando el cinismo "periodistico" de Koolhaas cuando revisamos lo que presentó en la Triennale de Milan en 1985.
Un ejemplo cínico de clonación arquitectónica o la intención de inyectar de ficciones el discurso académico:
“En 1985 fuimos invitados a la Triennale de Milan. (…) Al mismo tiempo se estaba construyendo un clon del pabellón de Mies en Barcelona. ¿Qué lo diferenciaba fundamentalmente de Disney?
En pos de una mayor autenticidad, investigamos la historia real del pabellón después de la clausura de la Exposición Universal de 1929 y recogimos cualquier resto arqueológico que dejó a través de Europa en su viaje de vuelta. Como en Pompeya, estos fragmentos fueron re-ensamblados para acercarse lo más posible a lo que evocaba en su totalidad…”
Y terminó construyendo una replica “curvada” del pabellón en una sala curva que se les habían designado en el edificio “fascista” ( en palabras de Koolhaas ) de la Trienal. Esa fue la respuesta de Rem Koolhaas al “aquí y ahora” de un icono clonado. Quizás una propuesta cínica al miedo extendido del fantasma de la autoría.
En pos de una mayor autenticidad, investigamos la historia real del pabellón después de la clausura de la Exposición Universal de 1929 y recogimos cualquier resto arqueológico que dejó a través de Europa en su viaje de vuelta. Como en Pompeya, estos fragmentos fueron re-ensamblados para acercarse lo más posible a lo que evocaba en su totalidad…”
Y terminó construyendo una replica “curvada” del pabellón en una sala curva que se les habían designado en el edificio “fascista” ( en palabras de Koolhaas ) de la Trienal. Esa fue la respuesta de Rem Koolhaas al “aquí y ahora” de un icono clonado. Quizás una propuesta cínica al miedo extendido del fantasma de la autoría.
Me he reconciliado con él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario