La arquitectura nerviosa
Tradicionalmente, la construcción de nuestro entorno y la arquitectura de los edificios ha estado ligada al estudio estático de la física. La construcción se basa en la utilización de componentes sólidos que poco o nada alteran su estado a lo largo del tiempo. De hecho, la mayor transformación y alteración de los elementos de un edificio ocurren en el proceso mismo de su construcción.
Los edificios que conocemos tienen una parte ósea (estructura) y una piel (fachada) que encierra más o menos el ámbito que abarcan.
¿y el sistema nervioso?
La introducción de las tecnologías de información y comunicación en la arquitectura puede comenzar una fase de cambio de estado. El tradicional estado sólido de los edificios podría estar alterándose hacía otro más viscoso; un estado híbrido entre su condición sólida real y una componente virtual asociada.
Mike Phillips[2] habla de “soft buildings” (edificios blandos) cuando explica el sistema operativo Arch-OS que han desarrollado en la universidad de Plymouth. Este sistema es un software para los edificios que ha sido desarrollado para poner de manifiesto la vida social, tecnológica y medioambiental del edificio y permite interactuar como un laboratorio vivo de conocimiento transdisciplinar. Según Mike Phillips, los edificios Arch-OS permaneceran en un constante estado de flujo. Los considera entidades inteligentes que interactuan, responden y se anticipan a través del intercambio de datos. “Arch-OS es un sistema nervioso para edificios multidimensionales.”
Por otro lado, “Smart Architectural Surface” es un trabajo de investigación compartido entre el MIT (Massachussets institute of technology)[3] y la ICU (Information and Communications University)[4] de corea. Han desarrollado una construcción modular de múltiples células autoorganizadas que forman una red de inteligencia colectiva. Cada célula es capaz de comunicar y percibir información.
La coordinación de todas las células o parte de ellas pueden generar diferentes espacios y
aplicaciones. El resultado es una superficie-red “inteligente”.
Estos espacios o superficies “Cybrids”[5] (el proyecto físico dentro del ciberespacio), hacen pensar en el individuo habitante como parte de una red de imaginarios compartidos que adapta su entorno a una escala propia; olvidando escalas templarias y monolíticas del pasado que se inspiraban en modelos divinos.
“Hoy en día existen situaciones donde los datos y los objetos trabajan juntos para crear nuevas entidades espaciales, los aquí llamados “Cybrids”. Un “Cybrid” es un híbrido entre el espacio físico y el electrónico.”[5]
Los límites privado-público quedan difuminados y van generando nuevos modelos de comportamiento y entendimiento del espacio social. Una responsabilidad compartida para decidir e interactuar con el propio espacio que se habita dentro de un barrio-red, ciudad-red o territorio-red. Estos espacios “cybrid” asociados a la multitud, desarrollarán tecnologías y prácticas sociales de crítica y cambio radical de nuestro entorno.
La promoción de espacios sociales híbridos pueden mostrar nuevas maneras de entender el entorno.
“...Pero internet en ese sentido no es simplemente una tecnología; es el medio de comunicación que constituye la forma organizativa de nuestras sociedades, es el equivalente a lo que fue la factoría en la era industrial o la gran corporación en la era industrial. Internet es el corazón de un nuevo paradigma sociotécnico que constituye en realidad la base material de nuestras vidas y de nuestras formas de relación, de trabajo y de comunicación.”[1]
Si aceptamos que nuestras casas tienden a funcionar como una red de células o dispositivos que a su vez se insertan en redes más complejas, podemos imaginar que la planificación y las reglas actuales de desarrollo pueden dar paso a otro tipo de descripción del lugar que habitamos.
Pasaríamos de estudios formales a un mayor entendimiento de los espacios colectivos y de
comunicación a través de descripciones de las redes en las que operan. “por lo tanto, el urbanismo no trataría sobre las formas de insertarse en determinados lugares, sino sobre la creación de redes que permitan una variedad impredecible de desarrollos.”[6]
Es posible que se pierdan las tradicionales jerarquías y dicotomías cualitativas y cuantitativas (p.e.:centro-periferia, lleno-vacío, ) que hasta ahora han definido las ciudades y el territorio. Cualquier nodo en la red es potencialmente capaz de interactuar con otro u otros sin la importancia de su localización. Las relaciones de poder quedan por lo tanto alteradas.
Pero, ¿cuál es el nuevo orden?
Un nuevo hipotético orden integrado en red es para algunos el diagrama significativo del espacio público democrático y abierto a diferentes grupos sociales. Pero también existen opiniones discrepantes como la de M.Christine Boyer[7] que considera que los nuevos espacios públicos virtuales ayudarán aún más al desarrollo de la privatización y control del espacio público creando espacios de poder, fragmentando el espacio o simplemente, desprogramando nodos de la red que no sean de interés para los grupos de poder.
Una nueva estructura para este sistema de discontinuidades puede partir desde la concepción misma de la arquitectura. Una arquitectura activa (Arquitectura Híbrida o Arquitectura de las Redes) que facilite la formación de espacios de crítica, comunicación e interacción social sobre una red de posibilidades infinitas.
Un nuevo hipotético orden integrado en red es para algunos el diagrama significativo del espacio público democrático y abierto a diferentes grupos sociales. Pero también existen opiniones discrepantes como la de M.Christine Boyer[7] que considera que los nuevos espacios públicos virtuales ayudarán aún más al desarrollo de la privatización y control del espacio público creando espacios de poder, fragmentando el espacio o simplemente, desprogramando nodos de la red que no sean de interés para los grupos de poder.
Una nueva estructura para este sistema de discontinuidades puede partir desde la concepción misma de la arquitectura. Una arquitectura activa (Arquitectura Híbrida o Arquitectura de las Redes) que facilite la formación de espacios de crítica, comunicación e interacción social sobre una red de posibilidades infinitas.
[1] Manuel Castells: Sociólogo
“La sociedad Red (The rise of Network Society), La era de la información, Volumen 1, Alianza. 1996
[2] Mike Phillips: Director de i-DAT (The institute of Digital Art and Technology)
http://www.i-dat.org
[3] http://www.media.mit.edu
[4] http://www.icu.ac.kr
[5] Peter Anders: Arquitecto
“Envisioning Cyberspace”. Mc Graw Hill, 1999
“Cybrids: Integrating cognitive and physical space in architecture”, in representation and design. Proceedings of ACADIA 1997
conference, Cleveland, Ohio.
http://www.mindspace.net
[6] Elizabeth Sikiaridi - Frans Vogelaar: “The use of space in the information/communication age_ processing the unplannable”
INFODROME, 2000
http://www.infodrome.nl
[7] M.Christine Boyer: Profesora de arquitectura en la Universidad de Princeton.
“Cybercities: Visual perception in the Age of Electronic Communication” New York: Princeton Architectural Press, 1996
1 comentario:
Me ha encantado la reflexión.
Publicar un comentario