17 agosto 2010

Humanismo "cosificado"



Bruno Latour en su "parlamento de las cosas" imagina un sistema no jerárquico entre todas las cosas, humanas y no-humanas. Superada la época de la representación de lo "no-humano", Latour se inclina por procesos de laboratorio a tiempo real como ejemplos ideales para "fundir" los polos naturaleza y cultura en un sistema abierto, no jerárquico. Es el sistema abierto el que por su naturaleza y su auto-organización tiende a buscar por sí sólo mayores cotas de equilibrio. La dualidad "sujeto-objeto", "cultura-naturaleza" genera procesos de representación y portavoces representativos. En un estado no jerárquico en cambio, estos portavoces se transforman en mediadores a través de "laboratorios extramuros", laboratorios a pie de calle.

"Al decir que la distinción entre el interior y el exterior del laboratorio ha desaparecido, no digo que ahora todo es política. Estoy simplemente recordando que las controversias científicas contemporáneas están diseñando lo que ARIE RIP y MICHAEL CALLON han denominado foros híbridos (CALLON AND RIP, 1991). Solíamos disponer de dos tipos de representaciones y dos tipos de foros: aquel encargado de representar las cosas naturales --donde el término representación significaba exactitud, precisión y referencia-- y aquel otro encargado de representar a los miembros de la sociedad --y aquí el término representación significaba confianza, elección y obediencia. Una forma simple de caracterizar nuestros tiempos consiste en afirmar que los dos significados de representar han convergido en uno que se acerca a la noción clave de portavoz."

(...)

"Como seguramente todos ustedes saben, el antiguo significado de thing [cosa] no implica aquello que está fuera de la esfera de lo humano, sino el caso, la controversia, la causa a decidir colectivamente en la Thing, la antigua palabra para asamblea en antiguo islandés, al igual que en antiguo alemán. De esta manera, se puede decir que las cosas han vuelto a convertirse en asuntos sobre los que decidir: «ein Ding ist ein Thing» (THOMAS, 1980). Echemos un vistazo a los medios científicos y a los generalistas, resulta difícil encontrar una cosa, un estado de cosas, que no esté sometido a debate o protestas, y por tanto pueda ser considerado un caso, une affaire, como se diría en francés, res en latín, o aitia en griego.

De ahí la expresión que he escogido para esta nueva política: cómo reunir un Parlamento de las Cosas [Parliament of Things] (LATOUR, 1993). Las reglas del método se han convertido pues en reglas, no para gestionar la humanidad como un parque, sino para elaborar conjuntamente un protocolo para dichos experimentos colectivos."

Bruno Latour (http://habitat.aq.upm.es/boletin/n32/ablat.es.html)

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